La Cooperativa Coprohníjar, una de las más representativas Cooperativas de la provincia de Almería, está comprometida con la investigación para combatir el virus del rugoso del tomate, una de las principales amenazas que enfrenta el sector hortofrutícola de la provincia.
Según explica Emilio Pérez, director técnico de Coprohníjar, «este virus, que fue detectado por primera vez en Oriente Medio en 2014, se ha extendido rápidamente a todas las zonas productoras de tomate del mundo, causando graves daños agronómicos y económicos».
En Almería, el virus del rugoso del tomate fue detectado por primera vez en 2019, pero su evolución no ha sido tan agresiva como en otras latitudes. Sin embargo, desde Coprohníjar consideran que es importante estar preparados para lo que pueda venir.
«Somos conscientes de que la búsqueda de materiales resistentes y con buen comportamiento a este virus es una de las mejores respuestas», señala Emilo Pérez. «Desde la aparición de los primeros materiales resistentes, Coprohníjar ha formado parte de un ambicioso proyecto de investigación conjuntamente con las principales empresas productoras de tomate de la región y de la investigación y de los más afamados virólogos».
En las instalaciones de su finca experimental, Coprohníjar está probando más de 150 variedades de tomate resistente a Rugoso, de todas las tipologías y de más de 40 empresas productoras de semillas.
«Realizamos estos ensayos con el principal objetivo de garantizar la rentabilidad y viabilidad de las explotaciones de nuestros agricultores y así poder ofrecer a nuestros clientes los productos de calidad y cantidad que nos demandan», concluye Emilio Pérez.
Este compromiso de Coprohníjar con la investigación es un ejemplo de la importancia de la innovación para el sector agroalimentario. La búsqueda de soluciones a los nuevos retos que plantea el cambio climático y las plagas es esencial para garantizar la sostenibilidad y la competitividad de este sector.